No obstante, la Federación Española dictaminó que era necesario un campo de hierba para poder disputar las competiciones nacionales, por lo que varios equipos como el Real Hespérides y el Real Unión se dieron de baja. En la temporada 1952-53, el campeón tinerfeño habría de disputar una eliminatoria a doble partido frente al decimosegundo clasificado del grupo II de Segunda División, lo que era una nueva oportunidad de los clubes para representar a la provincia en categoría nacional.